martes, 4 de diciembre de 2007

Juguetes

Nunca tengo tiempo para hacer todo lo que quiero, supongo que no soy el primero en decirlo, pero ¿en que gasto el tiempo aparte de en currar, en (ver/escuchar) el fútbol y en mis labores (cocinar, lavar camisas, planchar)? Pues en mis juguetes. Con diferencia el juguete que mas uso, y que más habré usado desde los tiempos del Head over Heels de C-64 , es el ordenador. En realidad empecé con el legendariamente desconocido Oric, pero era demasiado enano para imponer mi jerarquía, quiero decir que no lo olía por ser el pequeño de tres hermanos. Lo que ha cambiado ahora, aparte de ser ahora el más alto de la familia, es que ya no uso tanto el ordenador para jugar (para eso está la consola, ¡más madera!), sino que paso las horas sin darme cuenta navegando, sin rumbo la mayoría de las veces.

Sigo pensando en qué se me va el tiempo y veo que he estado la friolera de 60 horas (distribuidas en varios meses) pasándome uno de los engaños más descarados de la historia de los video juegos; el aburrimiento de al menos 50 de esas horas sólo es comparable al que me produjeron los desvaríos de los guionistas de la segunda temporada de Lost. Hablo de la supuesta maravilla nintendera de cuyo nombre no quiero acordarme. Pero como soy viciado antiguo, una vez que empiezo algo lo acabo por éstas, a ver que se van a creer esos programadores bajo tratamiento psiquiátrico (por el suicidio colectivo de todo sus deprimidos testeadores, se entiende).


Mi (pen)último juguete es el ipod touch, pero como me ha pasado con otros antes no lo estoy usando para lo que vale en teoría. Por ejemplo, cuando jugué al Final Fantasy X (otra maravilla de la misma cuerda del de antes) en vez de seguir la trama normal que te permitía avanzar, me envicié a un subjuego que era una especie de waterpolo sumergido, así que nunca llegué a terminarme más del 10% (supongo porque parecía largo como un día sin pan y lo mismo fue el 0.1%). Pues con el ipod el uso principal que le doy no es escuchar musica, o ver vídeos, sino el "mamoneo". Desbloquearlo, instalarle las aplicaciones que le "faltan" y las otras que salen casi cada día, intentar conectarlo al PC de todas las formas posibles, romperlo y perder toda la información que tenía..sólo para arreglarlo y restaurar lo perdido.

Tiempo bien aprovechado, creo.

martes, 20 de noviembre de 2007

Andanzas

Finalmente me he decidido a escribir una nueva entrada, que ya era hora porque acabo de mirar la última y es de hace más de ¡un mes!. He tardado tanto porque se me hace un poco demasiado cuesta arriba cada vez que tengo que escribir; creo que fuerzo demasiado al ponerme delante del teclado, como que me sale a contrapelo y no de manera natural como asumo que debería ser. Agradecería que alguien me contara su experiencia, aunque por otro lado no se si me quedará algún lector sano. Estoy haciendo lo que alguno de mis escritores de comics favoritos, y pienso en Kurt Busiek, hacer esperar demasiado a mi público potencial...¡ya se me podía pegar de él también lo bien que escribe!.

De mis andanzas quiero contar el viaje a Ciudad Nuevo Imperio, ha sido la primera vez que cruzo el charco y no ha podido ser mejor. He tenido ya un poco de tiempo para madurar todas las impresiones recibidas y aunque mi tendencia natural es buscarle los tres pies al gato, el balance es muy positivo.



Lo primero que noté es la amplitud, lo grande que es todo, la cantidad de espacio disponible aunque solo sea para darse el lujo de no utilizarlo...que manía aquí de aprovechar hasta el último rincón, consiguen que hasta el edificio con las salas más grandes se empequeñezca y agobie. También la limpieza, lo mismo me he vuelto maniático con esto pero no es no viera casi ni un papel tirado por las calles, es que suelos de los centros comerciales relucían y en el metro ¡no come nadie!...por mi barrio la peña deja en medio de la calle una bolsa con desperdicios y se puede quedar dos semanas ahí tan tranquila, los lavabos de los mejores centros comerciales apestan y a la gente le piden casi de rodillas que no coma "comida apestosa" mientras viaja en el metro. Por último para no enrollarme demasiado la calidad/precio es incomparable, si estas dispuesto a pagarlo sí que encuentras lo mejor en cada campo...aquí es simplemente un engaño lo que cobran por algo de segunda o tercera división.

También noté que la gente no está tan mal de la meolla, cualquier día acudo a un linchamiento mientras espero en la cola del supermercado de al lado de casa.

Para acabar y cambiando totalmente de tema, me leí hace poco éste y sorprendentemente me gustó bastante.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Me gusta leer tebeos (1/2)

Ahora que los juegos de ordenador están socialmente bien vistos; que las tiendas donde los venden crecen como setas y da gusto entrar en ellas de lo limpias y bien iluminadas que están (si es que puedes entrar de lo hasta arriba de gente que las encuentras); que el negocio de los videojuegos da tanto o más dinero que el musical (y en las tiendas donde venden ambas cosas cada vez les comen más espacio); que la estrategia para lograr una expansión aún mayor es "ampliar el mercado" sacándolo del nicho de los friquis de toda la vida, criados mamando "Ghost'n Goblins" o "International Karate" en el salón de maquinitas del barrio, para que los compren y los jueguen hasta madres y abuelas. Ahora que el género se ha hecho respetable, decir que me gusta jugar a la consola no despierta la más mínima reacción adversa de los necesitados de Bálsamo de Fierabrás.


Menos mal que algunas cosas no cambian tanto y que algunos escuchen que me gusta leer tebeos sigue despertando el efecto deseado. En las tiendas de comics como mínimo huele a sobaquillo, algunas necesitarían que las quemaran y dejaran el terreno sin construir durante varios años para que el hedor desapareciera; el personal que popula esas tiendas metería miedo a cualquiera de los monstruos de final de fase del Zelda; que por otro lado son lo único que rompe la rutina, el aburrimiento y la pesadez del supuesto mejor juego de la Wii. En fin, que incluso encontrar algún número atrasado sigue siendo una aventura, bien es cierto que cada vez menos.

Por supuesto no me gusta leer cualquier tebeo, eso cuando era un crío y me enganché a la Marvel y al tipo de superhéroe americanos gracias a (¿los difuntos?) Comics Forum. Me ocurrió al tener que pasar por fueza todo un mes en cama con neumonía; no tenía nada que hacer en todo el día y devoraba hasta la página de los correos de los lectores. Eso sí, me resultaba extraño que tuvieran dos historias del mismo protagonista pero que no se continuara y que el dibujo variara tanto...¡inocente de mí!. Luego con el tiempo llegué a la conclusión de que hay mucha basura en este mundillo, el noventa por cierto de lo que se publica no vale nada y los comics buenos de verdad los puedes contar con los dedos de la mano (por supuesto, lo mismo pasa con los videojuegos o las películas o los libros...o los blogs).

Pero ¿y qué tebeos me gusta leer ahora? Continuará...

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Olvidar recuerdos

Hace algún tiempo leí un artículo en la sección científica de el mundo que me llamó la atención. Resumiendo aún más que lo supongo ya ha hecho el propio periodista, lo que dice es que se ha demostrado mediante ensayos la posibilidad de borrar del cerebro recuerdos; los desagradables se entiende.



Pero, ¿es bueno olvidar?. ¿No es la experiencia algo demasiado valioso tal y como nos enseñan todos los juegos de rol? ¿No sabe más el diablo por viejo que por diablo? Y, ¿no son los recuerdos, los malos recuerdos especialmente, la base de la experiencia?. Lo que es peor, si recordando se aprende a no cometer el mismo error que nos hizo pasarlo tan mal aquella vez, y preferimos borrar la mala experiencia, ¿no volveremos a vivirla una y otra vez?

Yo tengo recuerdos que de vez en cuando pienso que maldita la gracia, que mejor olvidarlos, me planteo que quiza me hayan hecho ser desconfiado con la gente, a no abrirme tan fácilmente y a disfrutar menos del momento por no dejarme llevar...pero quizá no sería la misma persona sin esos momentos malos, y ¿quiero ser una persona distinta?. La verdad es que lo que quiero es seguir ganando experiencia, y en mi caso al menos me doy cuenta de que cuando todo va bien, no me falta de nada y estoy cómodo con lo que me toca vivir gano más bien poca. Tampoco creo que haya que ser masoquista y buscar nuevas experiencias a costa de la propia salud físico/química. Para mí en este caso como en tantos otros se trata de encontrar el equilibrio; aquél que te permite seguir "subiendo de nivel" (¡dos puntos más de fuerza y uno de sabiduría, armadura daño menos cuatro!) sin quedarte estancado, pero a un ritmo que te deje digerirlo sin atracarte. En vez de borrar los recuerdos, prefiero aprender a vivir con ellos. Son esas arrugas que no te hacen más viejo, pero sí más interesante.

Por supuesto mucho más fácil escrito que hecho, seguro que no es la última vez que escribo al respecto.

martes, 21 de agosto de 2007

Recomendar películas

Cada vez que alguien me pregunta que es lo último que he visto en el cine me echo a temblar. Bueno en realidad tanto como eso no, pero sí que me preparo para sacar el capote, listo y al quite para lo que viene detrás. Suele ser algo así como ¨¿y qué tal está, me la recomiendas?". La fastidiamos, y ahora que respondo yo, no se da cuenta la gente de que es muy difícil recomendar películas.



Tampoco es para tanto dirán algunos, si es que te ahogas en un vaso de agua. Si la película te ha gustado la recomiendas y si no, pues no. Se acabó la historia. Pues lo siento pero no, ¿cuántas veces te has estado acordando de alguien durante dos largas horas viendo un bodrio infumable?, ¿cuántas veces te ha caído a ti el rapapolvo más o menos amistoso del que se ha pasado esas dos horas "de cine" por tu consejo? A mí varias veces. Y no hay cosa que más me toque la moral que alguien ponga a parir una película que yo le había recomendado. Por supuesto me refiero a gente cercana, a los "conocidos" no les hago caso ni espero que me lo hagan en este terreno.

En situación y volviendo al principio: la pregunta "¿me recomiendas la película?" viniendo de alguien a quien aprecias es en realidad una trampa, porque en realidad lo que quieren saber es: ¿me va a gustar a mí la película? El problema es cuando a ti sí que te ha gustado pero sabes que al que te pregunta lo más seguro es que no; que por mucha amistad que os una en cuanto a gustos cinéfilos sois como la noche y el día...o bien que la cinta en cuestión se sale del canon de ritmo/temática/desarollo de la típica cinta americana; vamos que no es una apuesta segura. Para no estrellarte al responder puedes a) quedar como un presuntuoso y decir que te ha gustado mucho pero que a ellos no se la recomiendas ("¡cómo que no me la recomiendas, te crees que no la voy a entender, tú de que vas chaval!"). b) Mentir diciendo que no es gran cosa y por tanto no la recomiendas ("¡cobarde!"). Eso o echarle un par y luego aguantarles comentarios del tipo "vaya rollito que mi hiciste comerme, como tienes ese gusto con el cine"; o bien sorprenderte de que sí les ha gustado, vaya pues a lo mejor sí que teneis gustos similares. No te engañes que es sólo engordar para morir, te confías y a la siguiente chasco que te llevas.

En fin que mis últimas me han gustado bastante, una es Eagle vs Shark que me mojo y recomiendo a todo al que le haya gustado Napoleon Dynamite; estando llena de momentos geniales, me acuerdo ahora del hacker y su super computadora. La otra es Knocked Up, que tiene el mérito de no ser lo que parece y contar verdades como puños; de ésta mencionar a la compañera de trabajo envidiosa y faltona. En las dos te ríes durante casi todo el tiempo, pero no llegan a transformarse en parodias de sí mismas. ADVERTENCIA: si no te gustan acuérdate de esta entrada y no de mí.

martes, 14 de agosto de 2007

¿Hace cuánto tiempo no te compras un disco? (2/2)

Yo hace demasiado tiempo que no me compro un disco, de hecho no soy capaz de acordarme ni de cuándo fue. Probablemente en Navidades y no era para mí. Me doy cuenta de que en mi caso la música ha pasado a ser un regalo muy socorrido, algo que comprarle al familiar o amigo de turno; ése con el que has perdido el contacto y no tienes ni la más remota idea de qué le puedes regalar. Me puedo pasar días sin ponerme a escuchar música. Y sin ponerme exclusivamente a escuchar música ya ni te cuento.

El caso es que no siempre ha sido así, pero tampoco tengo claro el por qué del cambio. Puede que al hacerme más viejo la musica ya no me diga tanto, ya no es algo imprescindible (que subidón cuando descubría en una cinta perdida de mi hermano aquel tema que había oído un par de veces por ahí hacía meses, y se me había quedado grabado en la cabeza). De estar escuchando discos (o el mismo disco) continuamente, veo que he pasado a considerarla como algo accesorio, por debajo de otras prioridades. ¿Quizá el no tener un buen equipo de sonido en casa desde hace demasiado sea la causa?. ¿A lo mejor es que no presto atención al mundillo y lo único que me llega es lo más comercial que no me acaba de atrapar?. Tal vez el que ahora sea tan fácil el acceso a la música haya tenido como efecto que la perciba como algo menos valioso, que puede esperar para otro momento. O quizá no es nada de todo esto y el motivo es que no saco tiempo de tanto buen libro como me recomienda yunzapito (bueno alguno no tanto)


El caso es que sospecho que si se cierran tiendas es porque en el sector musical, como en el inmobiliario, había una burbuja. No me creo que de verdad sea tan importante para tantísima gente escuchar música en todo momento. Ni comprarse discos como periódicos, uno cada día. Esto ha sido una moda, como las cámaras de fotos digitales con o sin móvil incorporado. Una vez que todo quisqui se ha comprado el reproductor de mp3, y después de la novedad de la primera semana, se ha quedado guardado en el cajón criando polvo. Cuando se ha vendido todo lo que se podía vender y una vez pasada la fiebre de la novedad, han quedado sólo los compradores habituales que no dan para tanto. Los que se han querido aprovechar del boom a toda costa y de cualquier manera, se han estrellado.

Tampoco he visto a ninguno de estos músicos de éxito cogiendo el metro, sigue siendo un negociazo pero ahora ganan un poco menos de pasta. No creo que me lo aceptaran, pero les daría algún consejo: creo que les falta un poco de imaginación. Como la que ha demostrado Prince regalándolo. Veo además que es imposible conseguir entradas (en condiciones) para sus conciertos a nada que te despistes... ¿quizá podrían sortear entradas gratis para la gira al comprar el disco?

En fin, ¿hace cuánto que no te compras tú un disco?.

lunes, 13 de agosto de 2007

¿Hace cuánto tiempo que no te compras un disco? (1/2)

Esa es la pregunta que me hago a mí mismo desde hace algún tiempo; normalmente cuando salen en la prensa todas esas declaraciones/artículos contra la piratería, a la que acusan de estar cargándose no ya a las discográficas, sino a la música en sí. La idea es proteger algo tan abstracto como una creación artística, pero el resumen de lo que se puede leer es "esto es un negocio señores, por la cultura se paga ya sea por escucharse un disco en casa o por poner canciones en la boda de tu prima". Es más, hay gente de mucho prestigio, que pueden gustar más o menos pero que si llevan tantos años haciendo discos algo tienen, que se quejan de pocas ventas por culpa de Internet y que proponen soluciones cuando menos chocantes. Algo así como: cerremos las carreteras para que no haya más accidentes. Pero dicho queda y la bola sigue creciendo. Lo que sí es un hecho es que la música es un lujo y así está gravada fiscalmente a nivel europeo. También lo es que hay tiendas que están cerrando:


Esto estaba en las puertas de todas las sucursales de una cadena bastante conocida por aquí, hace poco más de un mes. Las tiendas, que vendían principalmente música, estaban bastante bien con unas ofertas muy apañadas y situadas en lo mejorcito del centro. Y no, nunca me compré un disco en una de ellas.

También me surge la pregunta cuando hablo con "el otro lado", la gente que se niega a comprarse un disco por principio. Se sienten estafados de que se les cobre un diezmo al comprar CDs/DVDs vírgenes para hacerse copias de seguridad de sus datos personales y privados. Ya están pagando a las sociedades de autores su parte, así que no van a pagar dos veces. El precio suele ser también uno de los principales motivos de queja. Te demuestran fácilmente la total desproporción que existe entre el coste de poner un disco en la tienda y su precio de venta al público; si tuviera un precio más razonable, dicen, no dudarían en gastarse el dinero. Pero claro cualquier cantidad por encima de lo que ahora pagan, nada, es demasiado. Por último los hay que quieren probar antes de comprar, "se hace mucha basura ahora, si el disco me gusta de verdad me lo compraré"; debe ser que no les gusta casi nunca lo que prueban, y mira que lo intentan.

Y digo yo ... conociendo a algunos de los que ahora piensan así, que eran de los que necesitaban cestas para poder cargar con todos los CDs que iban a comprar, ¿cómo es que no cierran todas las tiendas por falta de negocio?. ¿Quizá es que la piratería no está tan generalizada como ambas partes nos quieren hacer creer?.

Pero la verdad es que ni me he mojado mucho, ni he respondido a la pregunta principal que planteaba... quizá pueda incluso aportar alguna solución. No te pierdas la próxima entrada.

martes, 31 de julio de 2007

Depresión post vacacional

Como no podía ser de otra forma se acabaron las vacaciones y estoy de vuelta en la ahora ya no tan inundada isla con capital en Ciudad Imperio. La verdad es que ha sido un veraneo genial, de los mejores, pero ¿qué he conseguido de lo que me proponía en la entrada anterior?

El moreno por descontado, pero eso es algo casi inevitable si hace buen tiempo, y tampoco es que dure demasiado, algo así como tres duchas; sospecho de la higiene de estos que siguen bronceados tres semanas después de volver al curro, ¿o será que cambian los fluorescentes de la oficina por unos de rayos UVA?. La música me ha fallado un poco por no ser previsor; el último disco del tipo que los regala (que no está nada mal por cierto) y pare usted de contar; la verdad es que gracias a un buen amigo que me paseó el año pasado en su coche por lugares que sólo pueden ser parte del nuevo paraíso, tengo todos aquellos paisajes grabados dentro a modo de road movie con banda sonora tranquila y con sabor.

Lo que sí que he conseguido y a lo que le doy mucho valor es la paz mental/espiritual que buscaba, aunque haya sido a través de un proceso de purgación que ya quisiera para sí el producto de moda en la tele este verano (me estoy imaginando al lumbreras que tuvo que currarse un anuncio sobre algo tan cremoso y penetrante, bueno mejor no). Además en este caso sí que es importante que esa paz dure, aunque sólo sea como arma para combatir la depresión post vacacional. Mi mayor enemigo en este campo es el trabajo, esa oficina llena de gente estresada y estresante, pero siendo Agosto un mes tan relajado debería poder sobrevivir. Me he leído un par de libros de un estilo y grosor completamente contrapuestos, pero que he disfrutado completamente. Películas una muy mala con la que me he reído un montón, y la Película con mayúsculas para ver en HD.

Por cierto que he tenido el grandísimo honor de merecer una de las muy pocas entradas que escribe ya mi amigo "corazón partío" Danipage. Espero que se acabe de poner bien y que postee más a menudo, él que ha sido pionero de esto como de tantas otras cosas.

Dejo una pregunta por si a alguien le apetece darme su opinión... ¿las vacaciones son aún mejores porque duran poco, o en realidad si tuvieras dinero para podértelo permitir estarías todo el año sin currar?

jueves, 12 de julio de 2007

Cerrado por vacaciones

¡Desde luego! siempre rompiendo las reglas, si es que estoy constantemente, constantemente estoy. Después de sólo dos entradas cierro el blog por sendas semanas porque me voy de vacaciones.


Pues sí, la verdad es que me lo merezco, aunque ¡qué coño! me da igual merecerlo o no, tomo vacaciones y se acabó el carbón. Espero que mi mala leche birramblera por herencia se calme unas cuantas décimas, porque estoy en el punto que le ladro al primero que se me cruza por delante en cuanto se me cruzan los cables. No espero grandes cosas del veraneo, al menos no grandes en el sentido físico o químico; quiero recobrar el tan necesario equilibrio mental que me permita estar un poco más en paz conmigo mismo, dejar de pensar tanto sobre tan poca cosa. Dormir mucho, dormir bien...cuando esté despierto estar presente. Hacer cosas sencillas y hablar de las cosas que importan. Despertarme y que Marnie me sorprenda con la última edición del Marca, en la portada la foto del último fichaje disparatado del Madrid. Ver la puesta de sol con un mojito en la mano mientras un grupo de emocionados aplaude al horizonte.

También me gustaría leer al menos un buen libro ¡si al menos sólo fuera la mitad de bueno que el de aquel verano! Estaría bien ver a alguno de esos Amigos con mayúscula, compañeros de viaje que en algún momento siguieron camino propio con la promesa de volvernos a ver. Descubrir algo nuevo que me permita remapear todo lo viejo. Meterme en el mar, hacer el muerto en su superficie mientras escucho la calma que siempre me transmite; el mensaje relajante que tan poca gente se para a escuchar. Ver una película que me haga reir, otra que me emocione, otra que me sorprenda, otra que me golpee, otra que me inspire ... pero ninguna que me decepcione. Disfrutar de cada día como venga y no agobiarme por lo que no viene. Ponerle un poco de música a todo esto.

Y si cojo un poco de moreno tampoco me haría ningún mal.

lunes, 9 de julio de 2007

We are the world, we are the children

Desde luego parece mentira, sólo es mi segunda entrada y ya voy a hablar de algo que no forma parte de la descripción del blog. Si es que matarme es poco. Ni siquiera la excusa de ser acusado de "dealer musical" por Aka debería valer. En fin, que el sábado pasado estuve en el concierto de Live Earth. Sí, el macro concierto ese de nueve horas para salvar el mundo. Y tú dirás ¿otra vez? ¿pero no lo había salvado ya Bob Geldof y Bono dos veces?. Pues no señor que en la Pérfida Albión se cascan un super sarao (musical o no) con mensaje nuevo, importante y ecólogico a la que te despistas.


Pero ¿era de verdad el mensaje nuevo? Bueno sí que en casa apagues las luces que no necesites; debo ser al único cuya madre le decía que le iban a hacer hijo adoptivo de Endesa, que no me dejara todo encendido. ¿Era el mensaje importante? Claro, por eso se preocuparon de que gente con tanto calado e influencia como las Pussycat Dolls o Thandie Newton lo difundieran. ¿Era ecólogico? pues supongo que sí, pero la verdad es que mi último (todavía sin terminar que lo mismo al final el autor me traiciona) confirma que el escepticismo es la mejor postura cuando la peña se pone en plan alarmista sin datos científicos reales. Al menos el público sí que tenía claro a lo que iba: a escuchar a su(s) cantante(s)/grupo(s) favoritos. Me lo confirmó el tipo borracho sentado en la fila de asientos de arriba; cuando el artistilla super super concienciado de turno nos animaba a cambiar el mundo usando menos bolsas de la compra de plástico mi vecino de grada le respondió gritando como un energúmeno, "Get real man!".

En cuanto al concierto en sí, pues lo que más me gustó con diferencia es el nuevo Wembley. El estadio es impresionante, incluso desde las gradas más lejanas tienes muy buena visibilidad (otra cosa es el sonido); el tema accesos, baños y puestos de comida es sencillamente impresionante. Los Red Hot Chili Peppers (el cantante un poco sosete) y Metallica sonaron muy bien, pero los que más movieron al personal y con mucha diferencia fueron los Foo Fighters (lo siento pero me debo haber convertido en un soso musical y ni los había oído nunca ni tampoco me dieron ganas de escucharlos en casa después). Me pareció muy curioso que bastante gente no se quedara a escuchar a Madonna (que para mi ni fu ni fa) siendo ella la supuesta cabeza de cartel.

Lo que menos me gustó fue estar tanto tiempo esperando entre actuaciones; entre los videos de alto contenido ideológico (dúchate y no te bañes que ahorras energía), las presentaciones/discursos y el tiempo en el que básicamente no ocurría nada, se fueron la mitad de las nueve horas (o eso me pareció a mi). También me sorprendió lo mal que sonaron alguna gente consagrada/famosa, parecía que los acabaran de soltar por primera vez en sus vidas en medio del estadio y que no hubieran tenido tiempo de hacer pruebas de sonido.

Lo que he aprendido de la experiencia, a estas cosas es mejor llegar cuatro horitas tarde con una consola portátil o un libro y con amigos para poder soportar los ratos muertos ... que estamos al borde del fin del mundo me lo llevan diciendo desde enano.

sábado, 30 de junio de 2007

Bálsamo de Fierabrás

Siendo ésta mi primera entrada, no puedo dejar pasar la oportunidad de utilizar aquí uno de los recursos que ahora mismo creo que más voy a repetir en el futuro: la referencia aparentemente absurda. "Vino, aceite, romero y sal... bálsamo, bálsamo, bálsamo de Fierabrás".


Para mi es impagable ver las caras que pone la gente cuando suelto alguna; los que no saben de lo que hablo creen que es una (otra) paranoia mía, piensan que es mejor esperar a que el pobre chaval (o sea yo) termine de hablar y luego seguir la conversación como si no hubiera dicho nada. Lo mejor es cuando alguien pilla el por qué de la referencia ya que entoces se establece una complicidad, una especie de conexión con la otra persona comparable a la que tenía al echarme un dobles a cualquier maquinorra (¡dame pantalla!) y conseguir llegar lejos...a esa fase que nunca habíamos visto. O bien a los tiempos heroícos del patio del colegio cuando jugando a mini basket (porque en las canastas grandes ni de coña) conseguías que te saliera un "ale jup".

En fin que la referencia viene del Quijote, en mi caso de la serie de dibujos animados que veía de pequeño en Ciudad Sultana los sábados por la mañana tomandome un Nesquik y una viena de pan a palo seco. En uno de los episodios se le aparecía a un intoxicado Quijote una versión cutre del genio de la lámpara y le cantaba una canción cuya letra decía lo de "vino, aceite, romero y sal...". He dicho antes "en mi caso" porque no me he leído el libro y sí, me gusta muchísimo leer (mi último), pero ahora que lo pienso casi nadie de mi generación que yo conozca se ha leído El Quijote... y como que nos sentimos orgullosos de ello ("es un plomo, es otro idioma") cuando por el contrario de la generación de mis padres hay pocos que admitan (y si alguno lo hace está muy avergonzado por ello) NO haberlo leído. Por supuesto en ambos casos estoy hablando de gente que lee normalmente libros y sólo por el placer de leer.

A los chirlos que se creen superiores por leerse o no tal o cual libro o porque les guste o no tal o cual grupo de música y/o película, a esos les digo que tomen más Bálsamo de Fierabrás.