jueves, 10 de enero de 2008

Cada cosa en su sitio

Me he dado cuenta de la importancia que tiene para mí el hacer las cosas que me llenan, en donde quiera que fuera el sitio concreto donde decidí que tanto me gustaban. Me refiero por ejemplo a que cierta comidas o bebidas saben mejor si me las tomo en un restaurante o bar o domicilio en particular. Casos concretos son el mousse de chocolate para el postre en casa de Joroge, la primera cagna en territorio patrio en el bar de las Tapas, el pisto en la Taberna del Santo o el churrasco en el ídem. O las patatas fritas en la playa. Puede que cada una de estas cosas no sean objetivamente las mejores que nunca haya probado en su especie; pero el hecho de que no las pueda tomar tan a menudo y que no pueda estar en esos sitios tanto como quisiera, hacen que se conviertan en versiones superiores.


Mención especial a la tarta de Marnie en casa, que consigue que aun estando aquí todos los días y perdiendo por tanto uno de los factores de los que hablaba, me sepa como la mejor tarta de chocolate del mundo mundial. Probablemente porque lo sea. Además Marnie sabiamente no la prepara tan a menudo.

Aparte de comer, también escucho música de vez en cuando (no tanto como debiera) y no hay mejor momento ni lugar que cuando estoy por Cádiz conduciendo por entre paisajes de película y con música de Chambao. Eschuchar exactamente el mismo tema en uno de estos "maravillosos" días de invierno, en los que no para de llover, el frío hace que parezca que me mueva a cámara lenta y el viento que quiera estrellame contra el bus que cruza la calle, simplemente no es lo mismo. No pega. Falta ver el azul del cielo, y alguna montaña que otra.

A la lectura también se lo aplico. Los libros de Michael Connelly hay que leerlos (devorarlos) en vacaciones y si son muy oscuros mejor durante días largos y calurosos; en edición de bolsillo y en la playa comiendo patatas fritas y entonces te sales. En cuanto a las películas, lo mismo. Las que puede que ni lleguen a la cartelera en el festival de cine del Norte, las menos comerciales en el cine del centro que está al lado de la mejor tienda de comics y las espectaculares en una sala con pantalla y sonido grandes.

Lo que me gusta, en donde me gusta.

jueves, 3 de enero de 2008

El primero del año

Una entrada breve para felicitar el año a mis (muy) pocos pero (más todavía) selectos lectores.



Ya estoy de vuelta de vacaciones en las que he tenido tiempo para hacer de todo un poco, incluido aburrirme y coger un par de kilos que la verdad me hacían falta...pero no para escribir en el blog; así que como único propósito documentado de año nuevo, queda actualizar con más frecuencia.

Juguetes viejos o nuevos a los que jugar, libros a descubrir, películas que disfrutar pero nunca recomendar a algún amigo vengativo y radioactivo, y tanto por aprender ... ¡qué prometedores se presentan estos doce nuevos meses!