martes, 31 de julio de 2007

Depresión post vacacional

Como no podía ser de otra forma se acabaron las vacaciones y estoy de vuelta en la ahora ya no tan inundada isla con capital en Ciudad Imperio. La verdad es que ha sido un veraneo genial, de los mejores, pero ¿qué he conseguido de lo que me proponía en la entrada anterior?

El moreno por descontado, pero eso es algo casi inevitable si hace buen tiempo, y tampoco es que dure demasiado, algo así como tres duchas; sospecho de la higiene de estos que siguen bronceados tres semanas después de volver al curro, ¿o será que cambian los fluorescentes de la oficina por unos de rayos UVA?. La música me ha fallado un poco por no ser previsor; el último disco del tipo que los regala (que no está nada mal por cierto) y pare usted de contar; la verdad es que gracias a un buen amigo que me paseó el año pasado en su coche por lugares que sólo pueden ser parte del nuevo paraíso, tengo todos aquellos paisajes grabados dentro a modo de road movie con banda sonora tranquila y con sabor.

Lo que sí que he conseguido y a lo que le doy mucho valor es la paz mental/espiritual que buscaba, aunque haya sido a través de un proceso de purgación que ya quisiera para sí el producto de moda en la tele este verano (me estoy imaginando al lumbreras que tuvo que currarse un anuncio sobre algo tan cremoso y penetrante, bueno mejor no). Además en este caso sí que es importante que esa paz dure, aunque sólo sea como arma para combatir la depresión post vacacional. Mi mayor enemigo en este campo es el trabajo, esa oficina llena de gente estresada y estresante, pero siendo Agosto un mes tan relajado debería poder sobrevivir. Me he leído un par de libros de un estilo y grosor completamente contrapuestos, pero que he disfrutado completamente. Películas una muy mala con la que me he reído un montón, y la Película con mayúsculas para ver en HD.

Por cierto que he tenido el grandísimo honor de merecer una de las muy pocas entradas que escribe ya mi amigo "corazón partío" Danipage. Espero que se acabe de poner bien y que postee más a menudo, él que ha sido pionero de esto como de tantas otras cosas.

Dejo una pregunta por si a alguien le apetece darme su opinión... ¿las vacaciones son aún mejores porque duran poco, o en realidad si tuvieras dinero para podértelo permitir estarías todo el año sin currar?

jueves, 12 de julio de 2007

Cerrado por vacaciones

¡Desde luego! siempre rompiendo las reglas, si es que estoy constantemente, constantemente estoy. Después de sólo dos entradas cierro el blog por sendas semanas porque me voy de vacaciones.


Pues sí, la verdad es que me lo merezco, aunque ¡qué coño! me da igual merecerlo o no, tomo vacaciones y se acabó el carbón. Espero que mi mala leche birramblera por herencia se calme unas cuantas décimas, porque estoy en el punto que le ladro al primero que se me cruza por delante en cuanto se me cruzan los cables. No espero grandes cosas del veraneo, al menos no grandes en el sentido físico o químico; quiero recobrar el tan necesario equilibrio mental que me permita estar un poco más en paz conmigo mismo, dejar de pensar tanto sobre tan poca cosa. Dormir mucho, dormir bien...cuando esté despierto estar presente. Hacer cosas sencillas y hablar de las cosas que importan. Despertarme y que Marnie me sorprenda con la última edición del Marca, en la portada la foto del último fichaje disparatado del Madrid. Ver la puesta de sol con un mojito en la mano mientras un grupo de emocionados aplaude al horizonte.

También me gustaría leer al menos un buen libro ¡si al menos sólo fuera la mitad de bueno que el de aquel verano! Estaría bien ver a alguno de esos Amigos con mayúscula, compañeros de viaje que en algún momento siguieron camino propio con la promesa de volvernos a ver. Descubrir algo nuevo que me permita remapear todo lo viejo. Meterme en el mar, hacer el muerto en su superficie mientras escucho la calma que siempre me transmite; el mensaje relajante que tan poca gente se para a escuchar. Ver una película que me haga reir, otra que me emocione, otra que me sorprenda, otra que me golpee, otra que me inspire ... pero ninguna que me decepcione. Disfrutar de cada día como venga y no agobiarme por lo que no viene. Ponerle un poco de música a todo esto.

Y si cojo un poco de moreno tampoco me haría ningún mal.

lunes, 9 de julio de 2007

We are the world, we are the children

Desde luego parece mentira, sólo es mi segunda entrada y ya voy a hablar de algo que no forma parte de la descripción del blog. Si es que matarme es poco. Ni siquiera la excusa de ser acusado de "dealer musical" por Aka debería valer. En fin, que el sábado pasado estuve en el concierto de Live Earth. Sí, el macro concierto ese de nueve horas para salvar el mundo. Y tú dirás ¿otra vez? ¿pero no lo había salvado ya Bob Geldof y Bono dos veces?. Pues no señor que en la Pérfida Albión se cascan un super sarao (musical o no) con mensaje nuevo, importante y ecólogico a la que te despistas.


Pero ¿era de verdad el mensaje nuevo? Bueno sí que en casa apagues las luces que no necesites; debo ser al único cuya madre le decía que le iban a hacer hijo adoptivo de Endesa, que no me dejara todo encendido. ¿Era el mensaje importante? Claro, por eso se preocuparon de que gente con tanto calado e influencia como las Pussycat Dolls o Thandie Newton lo difundieran. ¿Era ecólogico? pues supongo que sí, pero la verdad es que mi último (todavía sin terminar que lo mismo al final el autor me traiciona) confirma que el escepticismo es la mejor postura cuando la peña se pone en plan alarmista sin datos científicos reales. Al menos el público sí que tenía claro a lo que iba: a escuchar a su(s) cantante(s)/grupo(s) favoritos. Me lo confirmó el tipo borracho sentado en la fila de asientos de arriba; cuando el artistilla super super concienciado de turno nos animaba a cambiar el mundo usando menos bolsas de la compra de plástico mi vecino de grada le respondió gritando como un energúmeno, "Get real man!".

En cuanto al concierto en sí, pues lo que más me gustó con diferencia es el nuevo Wembley. El estadio es impresionante, incluso desde las gradas más lejanas tienes muy buena visibilidad (otra cosa es el sonido); el tema accesos, baños y puestos de comida es sencillamente impresionante. Los Red Hot Chili Peppers (el cantante un poco sosete) y Metallica sonaron muy bien, pero los que más movieron al personal y con mucha diferencia fueron los Foo Fighters (lo siento pero me debo haber convertido en un soso musical y ni los había oído nunca ni tampoco me dieron ganas de escucharlos en casa después). Me pareció muy curioso que bastante gente no se quedara a escuchar a Madonna (que para mi ni fu ni fa) siendo ella la supuesta cabeza de cartel.

Lo que menos me gustó fue estar tanto tiempo esperando entre actuaciones; entre los videos de alto contenido ideológico (dúchate y no te bañes que ahorras energía), las presentaciones/discursos y el tiempo en el que básicamente no ocurría nada, se fueron la mitad de las nueve horas (o eso me pareció a mi). También me sorprendió lo mal que sonaron alguna gente consagrada/famosa, parecía que los acabaran de soltar por primera vez en sus vidas en medio del estadio y que no hubieran tenido tiempo de hacer pruebas de sonido.

Lo que he aprendido de la experiencia, a estas cosas es mejor llegar cuatro horitas tarde con una consola portátil o un libro y con amigos para poder soportar los ratos muertos ... que estamos al borde del fin del mundo me lo llevan diciendo desde enano.