domingo, 19 de abril de 2009

Por mi gran culpa

Quizá deberá sentirme culpable por no escribir más, pero el caso es que no es así. Probablemente algo sí que me afecte, pero dado el nivel medio de culpa con el que estoy acostumbrado a vivir, se queda como una gota en el río con menos puentes en la historia de todas las ciudades capital, que intuyo a mis espaldas. No, ni he matado a nadie ni he cometido ningún otro delito. Tampoco estoy peleado con nadie que yo sepa. Vamos que no hay un motivo "lógico" que lo explique, aunque alguna justificación sí que se me ocurre. Los curas.


El caso es que leyendo el otro día el periódico me di de bruces con una noticia que puede servir de ejemplo a lo que trato de contar. La historia es más o menos así; un tipo se marcha de vacaciones a otra ciudad por unos días; al poco de llegar a su destino es detenido por la policía en su hotel; no le dan ninguna explicación y le llevan al calabozo; de allí pasa a ver al juez que le manda directo a la cárcel donde permanece por cinco días; ése es el tiempo que la pesada y lenta máquina de la burocracia necesita para percatarse de su error; el tipo es inocente de cualquier cargo, cosa que no ha hecho más que repetir a cualquiera que ha querido escucharle; la causa de que haya pasado las peores vacaciones de su vida es su nombre, que es muy parecido al de un criminal en busca y captura.

Pienso un poco en el infierno que ha tenido que pasar el protagonista de lo que acabo de escribir y, aunque evidentemente en su caso también hubiera protestado mi inocencia, yo huberia dudado de que todo es un error. Creo que por las noches en la celda sin poder conciliar el sueño me hubiera comido la cabeza pensando que en el fondo yo tengo la culpa de estar en esa situación. Algo habría hecho, sin saber muy el qué, que justificaría que me hayan metido en el talego.

Como decía más arriba creo que todo se debe al lavado de cerebro que recibí durante tantos años en el colegio católico. No tuvo desde luego el efecto que buscaba en cuanto a que me crea ninguna de las historias de ese libro tan largo y con tanto éxito, y que casi nadie ha leído entero. Pero en cuanto a inculcarme un sentimiento de culpa sin ninguna causa justificada, y como instrumento de control, parece que ha funcionado. Si cada vez que me voy de una tienda, aunque no haya comprado nada y salga como he entrado, creo que van a sonar los detectores antirobo. Si cuando voy andando por la calle y se me cruza una pareja de policías automáticamente pongo cara de inocente. Si cuando vuelo, creo que me van a sacar esposado del avión porque el cepillo eléctrico de dientes he echado a andar solo dentro la maleta, y la azafata lo ha confundido con un detonador.

Y todo por mi gran culpa.

5 comentarios:

AKA dijo...

Hombre, hay por ahí una frase, de esas que no olvidas pero eres incapaz de recordar de dónde ha salido la genialidad, que dice que "todo el mundo es culpable de algo, y sólo es cuestión de tiempo averiguar de qué exactamente"... una vez ejecutada la sentencia, por supuesto.

Hablar del complejo de culpa que llevamos inscrito en la cultura occidental es demasiado inabordable. Y aburrido. Porque además funciona y no sabemos bien por qué. Por eso me voy a centrar en lo que más me ha tocado del post... ¿de dónde sacas esas imágenes tan cojonudísimas, bastardo?

Hablando en serio, como te culpes por no escribir más me lo voy a tomar a mal. Los regalos de verdad salen cuando tercia, no cuando toca. Y cada vez que te pones a teclear, chaval, te sales. Así que menos lamentos, menos autoinculpación y más disfrute vital. Y ya vendrán post de las experiencias. O no...

Y si te cruzas con dos policías y a algún cabronazo se le escapa la frasecita aquella, se agacha la cabeza y en paz... pero si no, ¿de qué?

CHEERSMATE dijo...

Recuerda Cinci que la "Culpa de todo la tiene Yoko Ono". Con lo cual, aun teniendo que luchar contra nuestra cultura de culpabilidad impuesta, siempre estará Yoko para liberarnos.
¡Que alivio! Menos mal.
No hay que hacer cosas que uno no quiere hacer si no queremos que pierdan su valor.

Marnie dijo...

Venga chavales nadie saca lo de "La culpa la tiene la Iglesia"? ó quiza "el Gobierno"?
Mejor "La culpa la tienen los padres" que mola mas.
Ya es hora de dejar de agachar las orejas y luchar por nuestros derechos!
Sin provocar y desde EL RESPETO claro, pero con confianza en uno mismo, no?

Porque lo valemos guapos/as

AKA dijo...

Serán los años, pero prefiero tener cuidado con eso de levantar un dedo acusador, porque puede que el arrebato me lleve a gritarle cosas muy feas al tío del espejo. Por coherencia.

Que es más cómodo echarle la culpa a la Iglesia, el Estado, los genes o el alcohol... pues sí. Pero que somos mayorcitos desde hace demasiado tiempo, y los responsables somos los que no hacemos demasiado caso a la Iglesia, tratamos de engañar al Estado, nos parecemos cada vez más a nuestros padres y nos mazamos a copas a la menor oportunidad.

O lo mismo es que tengo un poco de resaca de Southern esta mañana de domingo...

Cincibastro dijo...

Aka, justo te ha gustado la imagen que no me he currado para nada, asi que ya se para futuras entradas lo que hacer :-)

Estoy de acuerdo en lo de luchar por nuestros derechos; vamos protestar cuando se hace algo mal, sin perder la educacion pero con firmeza.

Respecto a no hacer cosas por hacerlas, porque pierden su valor...esa es buena, da para una entrada de hecho; a ver si el tipo calvo de la pistola se anima, que el es mas prolifico.